Durante el pasado mes de Marzo tuvo lugar un juicio "online", promovido por el pastor mencionado más arriba, en el que se juzgaba al Corán, y se le acusaba de ser "el diablo". 12 feligreses dictaron sentencia y lo condenaron (sí, al libro). Tras lo cuál quemaron el manuscrito sagrado de los musulmanes (algo legal en EEUU, el país del pogreso y bla bla bla), mientras se grababan en vídeo y soltaban comentarios del tipo "qué bien arde ésto".
Por supuesto todo ello ha tenido consecuencias al otro lado del charco, y ya son 17 los muertos en Afghanistán tras las revueltas que la quema del Corán ha provocado.
No estoy a favor de las enseñanzas del Corán, de hecho, no las conozco, aunque alguna idea tengo. Pero lo que no se puede consentir es la irresponsabilidad de dejar que un fanático realice actos como el relatado y quede totalmente impune por ello.
Fuente: Edición digital del diario "El País"
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