La diana se encuentra a 70 metros de distancia, pero es algo que no le ha impedido a Im conseguir batir el récord que él mismo poseía. Según él mismo ha dicho, "el problema surgiría si no pudiera distinguir los colores de la diana" ya que el resto de elementos son totalmente difusos para él.
Im Dong-Hyun esta mañana mientras batía su propio récord
Un claro ejemplo de superación del ser humano, ya que este hombre no usa gafas, ni lentillas ni quiere ser operado para mejorar su visión.
Su compañero de selección se ha quedado a un punto de Im Dong-Hyun, cosa que sería extraña si el tiro con arco no fuera deporte nacional en Corea del Sur.
Fuente: La Vanguardia
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