Seguimos rindiendo un pequeño homenaje desde aquí a James Gandolfini, que no sólo hizo el papelón de Tony Soprano, u otras grandes apariciones en la gran pantalla, sino que también tenía su lado humilde y humano, como se puede apreciar en la siguiente secuencia de la versión americana de Barrio Sésamo, en la que habla de las cosas que le dan miedo y transmite un importante mensaje a los niños.
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