Desde un hotel de 5 estrellas (discurso completo)

Desde ayer, uno de los vídeos que está causando sensación en la red es el del discurso de Beatriz Talegón, Secretaria General de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas. En él, para el que no lo haya visto todavía, critica a los líderes de su partido, responsables de la situación actual de los jóvenes, acomodados en sus puestos de poder y con las barrigas llenas, diciendo entender la situación de los millones de parados, pobres y gente que vive en la más absoluta miseria. Todo ello desde un hotel de 5 estrellas, como ella dice. Evidentemente, lo que dice Beatriz Talegón es aplicable a cualquier partido:

Para los socialistas más románticos, puede recordar un poco a los tiempos en los que Felipe González alcanzaba la secretaría del partido (salvando las distancias). Año 1974, tiempo de crisis en el partido. Unos, partidarios del continuismo en sus filas (PSOE Histórico), otros que pedían la renovación del partido (PSOE Renovado). Durante el Congreso del PSOE Renovado, celebrado en Suresnes (Francia), se nombra a Felipe González como secretario del partido, hasta que en 1977 llegó a ser líder del partido mayoritario de la oposición.

¿A dónde quiero ir a parar? A que necesitamos una renovación de la clase política. No hablo sólo del PSOE, si no de cualquier signo político.

Editado:

Hay en la web una carta abierta a Beatriz Talegón, de un ex-compañero de juventudes socialistas en la que habla de su pasado. Dice que en su momento defendió al PSOE por encima de todo, y que ahora trata de forjarse una carrera política mediante el populismo. También deja sueltas algunas perlas. Como con todo lo que se publica en la red, hay que tener cuidado, porque no se conoce la veracidad de lo escrito, al menos de momento. De hecho, he llegado a leer en algún comentario que el discurso de la propia Talegón no es más que un mero montaje, por parte de los dirigentes del PSOE para limpiar su imagen.

¿Quién sabe? Lo cierto es que ahora, en cuanto a temas de política se refiere, dudamos de todo. Merecidamente, claro, se lo han ganado a pulso, pero aunque sea con cierto recelo hemos de creer que se puede hacer más, que hay personas que, aunque estén en política, realmente quieren hacer el bien y no llenar sus bolsillos. Si no, estamos realmente jodidos.