lunes, 23 de julio de 2012

De picoteo por San Vicente de la Barquera

No me voy a alargar demasiado porque la visita fue bastante corta, pero muy fructífera. La primera intención al llegar a San Vicente de la Barquera era la de tomar unas cañas y algo de picar por varios locales de la zona, y después dar un paseo por uno de los pueblos pesqueros más bonitos de Cantabria. Sin embargo, tras una primera mala impresión, fuimos a "La Folía", sitio bastante conocido, y no me extraña. Pero, como se suele decir, comencemos por el principio:

San Vicente de la Barquera, uno de los pueblos pesqueros con más encanto

Primera parada: "La Sidrería". Dado que "La Folía" estaba a reventar decidimos parar en el bar de enfrente, "La Sidrería", craso error. Pedimos unas cañas, dado que teníamos algo de hambre, nos "calentamos" y también pedimos una ración de rabas y otra de patatas ali-oli.

Las patatas se dejaban comer, las rabas... no tanto.

Las patatas no estaban del todo malas, el ali-oli era bastante suave pero estaban algo sosas. Sin embargo lo peor fueron las rabas. Debería ser delito poner unas rabas tan malas en San Vicente de la Barquera. El precio no era demasiado alto, quizás éso fue lo que lo salvó de un suspenso rotundo.
Puntuación*: 4.2

Segunda parada: tras la mala experiencia fuimos sobre seguro. Yo concretamente nunca había estado, pero sí que había oído hablar del sitio: raciones muy buenas a un precio razonable. Así que cruzamos la calle y nos sentamos en la terraza de "La Folía".

La Folía se encuentra en la calle principal de San Vicente

Tras observar la carta optamos por una buena selección de productos marineros: pulpo, navajas, chopitos y chipirones rellenos. Para aderezar la comida un buen Albariño y listo.

Una buena copa de Albariño para disfrutar de los productos marineros

Tras traernos la bebida, la camarera no tardó demasiado en sacar la primera ración de pulpo y la ración de navajas, así como la ración de pan caliente, todo un detalle. Simplemente exquisito.

La ración de pulpo, brutal.


Las navajas, perfectas, con todo el sabor del mar.


Poco después aparecieron las 2 raciones de chipirones rellenos y la de chopitos. Ni punto de comparación con lo que comimos en el bar anterior (y no mucho más caro). Los chopitos estaban justo en su punto, ni si quiera hubo que echar un poco de limón para que cogieran algo más de sabor. Los chipirones... sin palabras.

Los chipirones rellenos, una muy buena elección.

Los chopitos estaban en su punto.

Saciados totalmente pasamos a pedir un café y la correspondiente "dolorosa". Hagamos un recuento: 1 botella de Albariño, 1 coca cola, 1 botella de agua, 2 raciones de chipirones rellenos, 1 ración de chopitos, 1 ración de pulpo, 1 ración de navajas, pan y 2 cafés. Todo ello para 4 personas y un total de 57€. Teniendo en cuenta lo que hemos comido y la calidad del producto final, pagar 14€ por persona merece más que la pena.

Si no quieres fallar en tu elección acude aquí.

La puntuación* final, evidentemente fue muy alta: 9 y muchas ganas de volver.

En los próximos días: La noche de Potes.

*Puntuaciones basadas en la nota de 4 personas diferentes

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