Sí, la noticia es un poco funesta, pero la realidad es así. En China mueren unas 9 millones de personas al año, lo que hace que los terrenos dedicados a que los muertos descansen en paz estén cada vez más repletos. Por ello, el gobierno chino está impulsando a la población a realizar incineraciones y repartir los restos por el mar. Sin embargo, se tiene el problema de que allí son muy tradicionales, y son reacios a no tener un lugar fijo donde puedan venerar a sus muertos. Por ello, el gobierno ha creado un subsidio de unos 330 € para aquellos que realicen este rito. Además cabe la posibilidad de conservar parte de los restos en una "cajita" y depositarlos en una especie de "fosa común" en la que habrá un monumento donde los nombres de los fallecidos que tengan ahí una parte de su cuerpo incinerado, aparecerán tallados.
Probablemente, en un futuro no demasiado lejano, en otros países, como el nuestro, en los cuales aunque no tengamos una densidad de población tan elevada, el número de fallecidos anualmente es amplio, nos veamos obligados a tomar este tipo de medidas, o ir pensando otras mejores para el día de mañana.
Fuente:
El Diario Montañés
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