Rob Sloan participó en una maratón en el norte de Londres, concretamente en Kielder. Sin embargo, cuando faltaban 32 kilómetros para llegar a la meta no lo vio claro y decidió salirse del pelotón y coger un autobús para recortar distancias con sus rivales. Finalmente quedó tercero (¿¿¿coges un autobús en una maratón y quedas tercero???) aunque varios testigos declararon que le habían visto subirse en el vehículo y finalmente la organización le descalificó y le retiró la medalla de bronce. Menudo mito.
Fuente: MARCA.com
Ya no se premia la originalidad.
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