Y es que no tenemos conocimiento alguno. Conocemos de sobra el peligro que pueden entrañar este tipo de eventos, y sin embargo queremos más y más sangre. No nos diferenciamos tanto de los romanos cuando iban al circo a ver morir a los gladiadores.
Pero no os preocupéis, que en contra de lo que pueda parecer, habrá más encierros y más oportunidades de ver sangre, eso sí, nos saldrá un poco más caro, dependiendo el número de muertes que lleve el toro a sus espaldas.
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