martes, 2 de agosto de 2011

Frases mítikas de borrachos:

¿Quién no tiene un amigo, colega, conocido, pariente (o incluso uno mismo) que cuando se pasa con el "bebercio" y le sale la vena fiestera tiene una serie de frases típicas que repite constantemente pensando que son graciosas, cuando lo cierto es que son bastante cansinas?

Hagamos un recopilatorio de esas frases, como siempre estoy abierto a vuestras sugerencias y las añadiré si lo ponéis en los comentarios o me las mandáis al correo.



Comencemos pues, poniéndonos en situación. Estás de fiesta, y te encuentras con el susodicho, que evidentemente se acaba de cortar el pelo (probablemente por la Seguridad Social). Pese a la evidencia, no sé si por estuupidez o por mera cortesía le preguntas a tu colega: - ¿Te has cortado el pelo?
A lo que el te responderá automáticamente:

- No, ¡me ha crecido la cabeza!

Todo un clásico. Creo que ya empezáis a ver por dónde van "los tiros".

Otra situación bastante clásica es estar orinando (vamos, echando una caña) en la calle, y que aparezca el clásico de turno y te diga:
-¡Tírala! Que para lo que la usas...

O si estás meando contra una pared, lo más probable es que te salte lo siguiente:
-¡Que la vas a tirar (la pared)!

Todo un clásico de estos personajes.

Ahora vienen los casos en los que seguro os habéis visto alguna vez. En los bares. Aquí juega un papel muy importante la hombría del susodicho, ya que parece ser que la cantidad de alcohol ingerida es directamente proporcional al peso y tamaño de sus genitales. Vamos, que si bebes mucho, es porque eres un machote y tienes un "buen par de cojones". Pero claro, el movimiento se demuestra andando, y para hacer gala de dicha hombría, qué mejor cosa que gritar al camarero cualquiera de las siguientes frases:

Momento en el que el camarero o la camarera le están echando alcohol en la copa:
-Echa, echa más, más vale que cubra bien los hielos.

O a la hora de elegir el recipiente para la posterior ingesta:
-Ponme vaso ancho, !que entra más!

También si lleva un par de copas de más, comenzará con frases directas al camarero de turno:


-Invitará la casa a unos chupitos, ¿no? (Seguro que este individuo cuando va al Pull&Bear a comprarse la ropa no le dice a la dependienta que le invite a unos calcetines después de haberse comprado un pantalón.)

Por supuesto se pondrá pesado, pesado, pesado con que le pongas una canción, generalmente muy clásica, y por lo tanto, bastante probable que acabara de sonar escasos minutos antes de que la pidiera. Aunque ciertamente, quién no haya hecho algo así nunca, no es persona.

Otro de los momentos clave, es cuando llega un amigo, que ya sea porque es abstemio, porque conduce, o simplemente porque no le apetece tomar alcohol en ese momento, se pide una coca-cola, un botellín de agua o algo por el estilo. Rápidamente su alarma antinenazas saltará y lanzará su mecanismo de autodefensa, el siguiente:

-¿Qué bebes ahí, coca-cola?¿Qué eres maricón?

O...

-¡No bebas agua, que ahí es donde follan los peces!

En fin, seguro que muchos de vosotros y vosotras habéis vivido algo similar, por favor ¡contádlo!

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