Durante la investidura de Alberto Ruiz Gallardón como alcalde de Madrid, cerca de un millar de manifestantes protestaban por medio de una cacerolada. La policía ha intentado desalojar la zona, aunque en este caso la organización de los indignados ha supuesto más de un quebradero de cabeza para las fuerzas policiales. Finalmente, cuando acabó el pleno, una treintena de personas se han sentado en el aparcamiento del Consistorio Municipal para bloquear la salida de los recién investidos, y ha sido en ese momento cuando ha comenzado la cruenta carga policial. Teniendo como punto de mayor caos la salida de los dirigentes en los coches oficiales. Además ayer, tanto en Salamanca como en Valladolid, los disturbios se han saldado con varios heridos.
Otra muestra más de violencia injustificada.
Fuente: El País
Vaya con Rubalcaba nos ha salido respondon, mandando oprimir al pueblo que se queja como su querido " Franco " que hacía lo mismo.
ResponderEliminarSi al final le sale la vena de extrema izquierda que lleva dentro.